Ya amaneciste, olvido.


Ya naciste, olvido,


sol que no sale

en los labios de mi madre,

ya el agua de la lluvia

resbaló por encima de memoria oculta

una primera vez.


Lo miró un hijo.


Se inundó,

el corazón que vio, en punzadas de dolor,

el caudal que las pupilas anegó

molió grano sin cesar en las ruedas del molino,

pan que se acedó.


Ya amaneciste, olvido.

Join