Dios nos bendice
Microrrelatos, 7
Ella es más límpida que el agua de los montes. Yo me la bebo y me convierto en pradera. Y desde el cielo nos llueve una sonrisa.
Deléyade
Ella es más límpida que el agua de los montes. Yo me la bebo y me convierto en pradera. Y desde el cielo nos llueve una sonrisa.
Deléyade